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La fiesta del Miércoles de Ceniza que inicia hoy 22 de febrero, es una de las tradiciones más sagradas entre los católicos, es el día en que comienza la Cuaresma en los calendarios litúrgicos y anglicano. El periodo de 40 días que simboliza el tiempo que Jesús pasó vagando por el desierto y que preceden a la Semana Santa.
La palabra ceniza, que proviene del latín «cinis«, representa el producto de la combustión de algo por el fuego. Esta adoptó tempranamente un sentido simbólico de muerte, caducidad, pero también de humildad y penitencia.
La ceniza surge de las palmas que fueron bendecidas en el Domingo de Ramos del año anterior y le recuerda al cristiano su origen y su fin: «Dios formó al hombre con polvo de la tierra» (Gn 2,7); «hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho» (Gn 3,19).
Durante la imposición de la ceniza el sacerdote pronuncia una de las siguientes frases, con el fin de recordar que la vida en la tierra es efímera y que la vida definitiva se encuentra en el cielo:
“Recuerda, que polvo eres y en polvo te convertirás”.
“Arrepiéntete y cree en el Evangelio”.
Concédenos, Señor, el perdón y haznos pasar del pecado a la gracia y de la muerte a la vida”.
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— ✝️𝙎𝙖𝙣𝙩𝙤𝙧𝙖𝙡 𝘾𝙖𝙩ó𝙡𝙞𝙘𝙤 (@SantosIglesia) February 22, 2023
¿Cómo funcionan el ayuno y la abstinencia?
Tanto el Miércoles de Ceniza como el Viernes Santo son los días de ayuno. Según la doctrina religiosa, sólo se puede hacer una única comida al día y tampoco se puede comer carne, es decir, se practica también la abstinencia.
El ayuno es obligatorio, siempre conforme a las instrucciones de la Iglesia, para los mayores de 18 años y menores de 60. La abstinencia de comer carne es desde los 14 años, y rige todos los viernes de Cuaresma. En la tradición latina, no obstante, se da mucha libertad para que cada fiel escoja su forma de hacer ayuno, oración y limosna.
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