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Oklahoma City gana la serie, mientras Tyrese Haliburton sufre desgarramiento de Aquiles que conmociona al mundo deportivo.
Los Oklahoma City Thunder se coronaron campeones de la NBA al vencer 103‑91 a los Indiana Pacers en el decisivo Game 7, cerrando una temporada histórica con 68 victorias en la fase regular y un intenso recorrido en los playoffs.
Shai Gilgeous‑Alexander brilló en la final, promediando 29 puntos y 12 asistencias, y se alzó como MVP de temporada y de las Finales. El rol de Chet Holmgren y Jalen Williams también fue clave, destacándose por bloqueos y puntos en momentos decisivos.
El triunfo no estuvo exento de drama: Tyrese Haliburton, figura emergente de los Pacers, se lesionó gravemente el tendón de Aquiles apenas en el primer cuarto del partido, al colapsar tras intentar penetrar, un golpe que sacudió a fans y especialistas. El jugador fue trasladado sin poder caminar y el diagnóstico se confirmó con una cirugía programada .
El impacto es contundente: la derrota llegó en parte por la ausencia de su base estelar, quien registraba 14.0 puntos y 5.9 asistencias por partido en la serie. Su periodo de recuperación se estima en 8–10 meses, dejando un vacío no solo para los Pacers sino también para la NBA, que ya observa alarmada la oleada de lesiones similares en otras estrellas.
Fuente: Sports Grid