Política
Las recientes condenas y confesiones en medio de la Operación Antipulpo han relegado al partido a una posición defensiva y desgastada.
La imagen del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) sigue deteriorándose ante la opinión pública, afectada por una reciente cadena de escándalos. En los últimos días, las condenas por dolo al hermano del expresidente Danilo Medina, Alexis Medina (siete años), y la admisión de corrupción por parte de su cuñado Maxy Montilla, quien pactó devolver RD$2,000 millones, han profundizado el castigo social acumulado tras años de denuncias y expedientes.
Estos sucesos sacudieron el discurso del PLD, que pasó de cuestionar al gobierno del PRM a estar completamente a la defensiva. Lo que durante un tiempo fue una estrategia de confrontación se ha visto rebasada por hechos concretos y reconocimientos públicos de corrupción dentro de las filas del partido.
En un contexto agravado por procesos legales en curso —como el caso Antipulpo que involucra a otros allegados al expresidente—, la capacidad del PLD de responder o regenerar confianza parece limitada. El partido enfrenta un desafío crucial de credibilidad en el marco del sistema democrático.
Aunque Danilo Medina intentó deslindarse al afirmar que vio poco a Montilla y relativizar la cercanía familiar, ese posicionamiento no ha logrado revertir el impacto político y mediático. En contraste, el partido del gobierno aprovecha esta coyuntura para reforzar su mensaje de transparencia e integridad institucional.
Fuente: El Caribe
El PLD salió del gobierno por que supuestamente eran corruptos pic.twitter.com/jBuX76d26h
— Obniel Ramirez (@obnielramirez) September 9, 2025