Política
El expresidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, emitió una declaración en respuesta a la protesta realizada la semana pasada frente al Palacio Nacional por un grupo de descendientes haitianos. La manifestación criticaba la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional, a lo que Fernández aclaró que "la sentencia referida no tiene relación con los alegatos presentados". Según el exmandatario, no se trata de una decisión judicial orientada a la segregación racial, ni a la privación masiva de una nacionalidad que, desde un punto de vista legal, no les corresponde.
Fernández explicó que el propósito de la sentencia era establecer que la nacionalidad dominicana no se adquiere únicamente por haber nacido en territorio dominicano. En República Dominicana, prevalece el ius sanguinis, lo que significa que la nacionalidad se otorga a aquellos nacidos de padres dominicanos, en contraste con el ius solis, que se basa en el lugar de nacimiento. Este principio es clave para comprender la situación de los descendientes de trabajadores haitianos.
Asimismo, el expresidente recordó el contexto histórico en el que los haitianos se asentaron en el país debido a la industria azucarera. Aclaró que muchas familias haitianas se quedaron en territorio dominicano de manera irregular, pero esto no les otorgaba la nacionalidad dominicana a sus descendientes. Fernández también mencionó las críticas internacionales y las decisiones de organismos como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, las cuales pidieron que se revocara la sentencia del Tribunal Constitucional. Finalmente, subrayó que la Constitución de 2010 ya había establecido los criterios definitivos para la nacionalidad dominicana, poniendo fin a la controversia.
Fuente: 7 días