Internacional
El esperado debate entre Donald Trump y Kamala Harris cumplió con las expectativas de tensión y polarización. Ambos candidatos representaron los extremos de la ideología política estadounidense, destacando la firmeza de Harris frente al estilo confrontacional del expresidente republicano.
A diferencia de los debates previos con Joe Biden, donde Trump se enfrentó a un presidente que lucía desconectado, Harris demostró ser una adversaria difícil de vencer. Su estilo sereno pero decidido incomodó visiblemente a Trump, quien se mostró desafiante a lo largo de la discusión.
Durante el debate, transmitido por la cadena ABC, Harris aprovechó para criticar las propuestas de Trump, atacando su plan de recortes fiscales y su relación con el Proyecto 2025, un ambicioso plan conservador para el control del gobierno republicano. La vicepresidenta también subrayó los intentos del Partido Republicano por restringir el derecho al aborto. Por su parte, Trump intentó vincular a Harris con la gestión de Biden, cuestionando su falta de acción en temas clave durante su mandato como vicepresidenta.
Este debate ofreció a los estadounidenses una visión más clara y directa de lo que está en juego en las próximas elecciones presidenciales.
Fuente: Diario Libre