La brasileña abandonó las pasarelas tras una experiencia espiritual y hoy, como hermana Eva, dedica su vida al servicio en una de las favelas más grandes.
Kamila Rodrigues Cardoso, exmodelo y ganadora de certámenes como Miss Continente Teen, ha cambiado radicalmente su vida a los 21 años: dejó el mundo del glamour para consagrarse como religiosa bajo el nombre de hermana Eva, integrándose a la Congregación Sancta Dei Genitrix liderada por el padre José Ribamar Dias. Su decisión fue impulsada por una experiencia espiritual profunda durante una misa, cuando se sintió atraída por la luz que irradiaba una monja.
Desde niña, Rodrigues afrontó una pérdida difícil —la muerte de su padre a los nueve años—, lo que derivó en episodios de ansiedad y depresión. Como narró en The Noite, el éxito en el modelaje nunca llenó su vacío interior, pero el encuentro con la vida religiosa encendió en ella una llamada verdadera: “Pensé que había encontrado mi vocación siendo modelo, pero ya no me llenaba el corazón”.
Hoy, hermana Eva dedica casi tres años al servicio misionero en comunidades vulnerables como Sol Nascente, una de las favelas más grandes de Brasil. Comparte su día a día en redes sociales, vendiendo llaveros y tocando puertas para recaudar fondos para el convento. Además, ha recibido propuestas de matrimonio, sin embargo, reafirma que su único anhelo es “ser esposa de Jesús”.
Su historia resalta la belleza del cambio interior y la fuerza de una convicción profunda. Al dejar detrás la fama y abrazar la fe, Kamila se convierte en inspiración para muchos jóvenes, mostrando que la verdadera plenitud no radica en la apariencia, sino en el servicio y la espiritualidad.
Fuente: El Caribe