Internacional
Nueva tasa afecta a residentes no ciudadanos —y ciudadanos— y genera impacto en países dependientes de estos envíos.
El Congreso de Estados Unidos aprobó, dentro del paquete de gastos conocido como “One Big Beautiful Bill”, un impuesto del 1 % sobre todas las remesas enviadas desde EE.UU. al extranjero a partir del 4 de julio de 2025. Inicialmente planteado en un 5 %, luego al 3.5 %, el gravamen fue finalmente moderado a 1 % para cubrir a todos los remitentes, incluidos ciudadanos estadounidenses.
Aunque la tasa es menor que la propuesta original, este impuesto afecta especialmente a migrantes que envían dinero a sus familias en países en desarrollo. Expertos indican que incluso con un 1 %, es probable que baje el monto enviado formalmente y haya un trasvase a canales informales, lo cual podría perjudicar la estabilidad de economías receptoras como México, Guatemala, El Salvador y República Dominicana .
El Enhanced Bill ya fue aprobado por el Senado y su recaudación se estimaba en unos 10 mil millones USD en una década. Si persiste el dinamismo actual, se calcula que generará unos 4‑4.5 mil millones USD en remesas gravadas, considerando una posible reducción del 1.6 % en el monto enviado por este efecto impositivo .
Residentes extranjeros y estudiantes, incluyendo H‑1B y permanentes, serán afectados, mientras que las familias receptoras podrían percibir menores ingresos. Defensores de la medida argumentan que los bancos y compañías de remesas adaptarán canales sin gravamen, como envíos desde cuentas bancarias, mitigando parcialmente el impacto.
Fuente: Diario Libre